Cristina Pérez en el ojo del huracán tras acusaciones de corrupción en el gobierno. En un tenso enfrentamiento con el periodista Alejandro Fantino, la reconocida conductora de A24 se vio obligada a defenderse de las graves acusaciones que la implican en el uso indebido de vehículos oficiales. El escándalo estalló cuando Fantino insinuó que un funcionario nacional había autorizado que un auto del ministerio fuera utilizado por su pareja para fines personales, lo que desató una tormenta mediática.
Pérez, visiblemente afectada, respondió enérgicamente, afirmando que su único medio de transporte es un taxi que paga de su propio bolsillo, y que trabaja arduamente en cuatro empleos para mantener su autonomía. Sin embargo, el debate no se detuvo ahí. Fantino y otros comentaristas cuestionaron la transparencia del entorno del presidente Javier Milei, sugiriendo que algunos funcionarios podrían estar involucrados en prácticas corruptas, como cobrar coimas para facilitar el acceso de empresarios al mandatario.
En un giro inesperado, la periodista reveló que tiene información de tres fuentes que indican que existe un círculo cercano a Milei que podría estar operando de manera ilícita, lo que podría tener repercusiones graves para el gobierno. La situación se vuelve más tensa a medida que se discuten las compras de aviones F-16, donde se insinúa que podría haber irregularidades en el proceso.
El clima es explosivo, y la credibilidad de varios funcionarios está en juego. La audiencia espera respuestas claras y acciones contundentes. La presión sobre el gobierno aumenta y la batalla por la verdad apenas comienza. ¿Podrán los implicados limpiar su nombre o se desatará un escándalo que sacudirá los cimientos del poder? La comunidad está atenta a los próximos movimientos.