¡CRISIS EN EL SENADO! La vicepresidenta Victoria Villarroel se vio envuelta en un escándalo sin precedentes durante la sesión de hoy, donde censuró a senadores y desató un caos sin control. La tensión aumentó cuando se discutió la posibilidad de que dos senadores formaran una comisión para investigar la violenta represión que se desataba en las afueras del Congreso, donde manifestantes pacíficos eran atacados por las fuerzas de seguridad.
“Si alguno quiere retirarse para ir a chequear la situación, puede hacerlo tranquilamente”, dijo Villarroel, desatando una serie de protestas y acusaciones entre los senadores. La situación se tornó insostenible cuando el senador Guado de Pedro, interrumpido repetidamente, exigió que se permitiera a los legisladores salir a la plaza para ver lo que estaba ocurriendo. “No podemos ignorar el desastre que está pasando afuera”, clamó, mientras la presidenta del Senado intentaba mantener el orden.
La presión aumentó cuando se conoció que varios diputados habían sido hospitalizados y que la represión se intensificaba. “Estamos preocupados por lo que está pasando afuera”, insistieron varios senadores, pidiendo un cuarto intermedio para evaluar la situación. Sin embargo, la vicepresidenta se mantuvo firme en su postura, argumentando que no había ninguna moción válida para interrumpir la sesión.
El clima de tensión fue palpable, con gritos y acusaciones cruzadas en un recinto que debería ser un bastión de la democracia. “Estamos siendo responsables de lo que ocurre en la calle”, gritaron los senadores, mientras la vicepresidenta se negaba a ceder. La situación se volvió caótica, reflejando la profunda crisis política y social que atraviesa el país.
Este incidente marca un hito en la historia del Senado argentino, donde la división y el descontento han alcanzado niveles alarmantes. La nación entera observa con preocupación cómo se desenvuelven los acontecimientos, mientras la represión y la violencia continúan en las calles. La pregunta es: ¿qué pasará a continuación?