Eliana Guercio, la famosa figura del espectáculo argentino, se encuentra en medio de un verdadero drama tras someterse a un tratamiento estético que ha desencadenado serias complicaciones en su salud. Lo que comenzó como un simple procedimiento de rejuvenecimiento con láser CO2 ha derivado en una pesadilla que podría llevar a una batalla judicial. La periodista Marina Calabró reveló en América TV que la actriz, quien ya había tenido una experiencia positiva con este tratamiento hace una década, decidió acudir a un nuevo centro tras no poder localizar a su médico de confianza. Sin embargo, esta vez, el resultado fue alarmante.
Eliana enfrenta ahora una grave preocupación: las secuelas del tratamiento han generado inflamaciones y costras en su piel, lo que ha desatado la indignación de su pareja, el arquero Chiquito Romero. Fuentes cercanas indican que él ya ha tomado medidas, convocando a un equipo legal para evaluar una denuncia penal y civil contra el centro estético responsable. La situación ha puesto en jaque a toda una industria que, bajo la presión de la imagen, arriesga la salud de sus pacientes.
Las redes sociales se han inundado de comentarios, algunos apoyando a Guercio y otros cuestionando su decisión de no verificar el historial del nuevo centro. Este caso no solo revela los peligros de los tratamientos estéticos mal realizados, sino que también plantea un debate crucial sobre la responsabilidad tanto del paciente como del profesional. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a arriesgar nuestra salud por cumplir con estándares de belleza impuestos?
Mientras Eliana permanece en silencio, el clamor por justicia crece. La comunidad está atenta, preguntándose si este será el caso que impulse un cambio en la regulación de los tratamientos estéticos en Argentina. La angustia y el deseo de justicia de Guercio son un recordatorio escalofriante de que la búsqueda de la belleza puede tener un costo devastador. ¿Logrará la justicia actuar, o este caso se desvanecerá como tantos otros? El tiempo lo dirá, pero la preocupación y la incertidumbre son palpables.