Miami soñaba con inmortalizar a su héroe. En los planos del nuevo estadio Freedom Park, una estatua monumental de Lionel Messi se alzaba como símbolo eterno de gratitud y gloria. Los fanáticos ya imaginaban el bronce brillando al sol de Florida, atrayendo visitantes de todo el mundo.
Pero el sueño se desmoronó. Esta semana, Inter Miami anunció la cancelación del proyecto. Sin detalles claros, el club dejó más preguntas que respuestas, y los rumores no tardaron en encenderse: ¿Messi planea abandonar el equipo al final de la temporada?
Dentro del vestuario, las sonrisas parecen forzadas. En las calles, los aficionados hablan con ansiedad y tristeza. “Sin él, nada será igual”, comenta un hincha frente al estadio. Mientras tanto, la prensa internacional especula sobre un posible regreso a Europa o incluso una aventura final en Arabia Saudí.
La estatua que debía ser un símbolo eterno ahora se ha convertido en un recordatorio amargo: la historia de Messi en Miami podría estar escribiendo su último capítulo.