**CACHETADA AL PETROSANTISMO: LA FAMILIA DE MIGUEL URIBE EXCLUYE AL GOBIERNO EN SU SEPELIO**
En un giro inesperado y contundente, la familia del congresista Miguel Uribe Turbay decidió que ni el presidente Gustavo Petro ni su gobierno asistirían a las exequias del político en la catedral de Bogotá. Esta decisión, tomada en medio del dolor y la indignación, representa una clara cachetada al petrosantismo, que buscaba brillar en un momento tan sensible.
A pesar de las gestiones del gobierno para asistir, la familia optó por mantener a los posibles responsables políticos del crimen alejados de su duelo. La ausencia del presidente en este evento no solo refleja el descontento de la familia, sino también la creciente tensión política en el país. “¿Quién querría que los responsables de la seguridad de un ser querido estuvieran presentes en sus últimos momentos?”, cuestionó un miembro de la familia.
La controversia se intensifica con las acusaciones de que el gobierno de Petro es responsable político del atentado que acabó con la vida de Uribe. La senadora María Fernanda Cabal no dudó en señalar que el narcotráfico y la falta de autoridad del estado son los principales culpables de la situación actual en Colombia. “Este país se está desmoronando”, afirmó, mientras las voces de protesta resonaban en las calles de Bogotá, clamando que “Miguel no murió, Petro lo mató”.
La presencia de figuras políticas como el expresidente Juan Manuel Santos y el ministro Armando Benedetti en el sepelio generó aún más malestar entre los asistentes, quienes los acusaron de ser parte del problema que enfrenta el país. En un ambiente cargado de tensión, las exequias de Miguel Uribe se convirtieron en un escenario de confrontación política, donde el dolor se entrelaza con la indignación y la lucha por la justicia.
Colombia observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos, mientras el luto por Miguel Uribe se convierte en un símbolo de resistencia y un llamado a la acción contra la impunidad y la violencia que asola al país.