**Antes de morir, Javier Solís reveló detalles escalofriantes sobre su esposa**
En una revelación desgarradora que ha conmocionado a sus seguidores, se han desenterrado detalles escalofriantes sobre la vida personal de Javier Solís, el icónico cantante de boleros que dejó una huella imborrable en la música mexicana. En una entrevista inédita de 1965, el artista confesó su profunda tristeza por la ausencia en la vida de su familia, un sentimiento que lo atormentó hasta su muerte.
Solís, quien alcanzó la cima de su carrera, admitió que la fama lo alejó de lo que más amaba: su esposa Blanca y sus hijos. “Canto para alegrar a la gente, pero a veces me pregunto si estoy cumpliendo mi papel de padre”, expresó con voz quebrada, revelando el dolor que sentía por no poder estar presente en momentos cruciales de la vida de sus hijos. En una carta desgarradora a Blanca, escribió: “Lamento haberlos dejado tan solos. Solo quería darles una vida mejor, pero a veces siento que estoy perdiendo lo más preciado”.
La salud de Solís también fue un tema de angustia. Ignorando los síntomas de problemas digestivos que lo atormentaban, continuó su carrera con la esperanza de no decepcionar a su público. “Lloro de dolor, pero aún así sigo subiendo al escenario”, confesó a su manager. Esta lucha culminó en una cirugía de vesícula biliar en 1966, que, trágicamente, le costó la vida.
Su legado, marcado por más de 300 canciones y actuaciones memorables, se ve ensombrecido por el arrepentimiento y el deseo de ser un padre presente. “Temo no poder decirles a mis hijos cuánto los amo”, reveló, dejando un eco de tristeza en sus palabras. La historia de Javier Solís es un recordatorio de que, a pesar del éxito, el verdadero amor y la conexión familiar son lo que realmente importa.