Más de tres décadas han pasado desde que “Uncle Buck” llegó a nuestras pantallas, pero la nostalgia se ha visto empañada por trágicas realidades. Este clásico de 1989, que presentó al carismático John Candy y a un elenco de jóvenes promesas, ahora revela un lado oscuro en sus vidas. En 2025, los destinos de sus protagonistas son un recordatorio escalofriante de cómo la fama puede transformarse en tragedia.
Macaulay Culkin, quien deslumbró como Miles, ha enfrentado una vida marcada por la soledad y la lucha contra la adicción. Aunque su fortuna se estima en 18 millones de dólares, ha admitido sentirse espiritualmente arruinado tras una tumultuosa infancia y relaciones fallidas. John Candy, el alma de la película, murió trágicamente a los 43 años, dejando un legado de risas pero también de soledad y presión emocional. Su lucha contra la depresión y la inseguridad lo llevó a un final prematuro.
Gene Kelly, quien interpretó a la rebelde Tia, ha vivido en la penumbra tras un divorcio doloroso y una carrera que nunca despegó. Gabby Hoffman, la dulce Maisie, ha luchado con trastornos mentales y una vida personal caótica, mientras que Amy Madigan enfrentó desilusiones en su carrera y una vida familiar desgastada por las infidelidades.
Las historias de los demás miembros del elenco son igualmente desgarradoras. Desde la lucha de Gared M. Brown con el alcoholismo hasta la vida de Lorie Metcalf, marcada por relaciones tóxicas y ansiedad. La tragedia se extiende incluso a aquellos que solían ser figuras cómicas, como Brian Tarantina, cuya vida terminó en soledad y adicción.
La pregunta persiste: ¿qué le sucedió a la magia de “Uncle Buck”? La respuesta es un recordatorio sombrío de que la fama no siempre trae felicidad. A medida que el tiempo avanza, las historias de estos actores nos muestran que detrás de las sonrisas en la pantalla, a menudo hay un dolor oculto.